Solicitud
A través de la PNT, una persona solicitó al Banco del Bienestar copia simple de la versión pública de los acuerdos firmados; las facturas del material comprado; los entregables; y pruebas gráficas de la entrega de materiales del programa “México-Cuba: Combatiendo juntos el COVID-19”.
Respuesta:
El sujeto obligado declaró incompetencia para conocer de la solicitud de la información argumentando que realiza funciones de dispersor de recursos, como resultado de las instrucciones de las Secretarías que crean programas sociales. Lo anterior, de conformidad con el segundo párrafo del artículo 4º de la Ley de Instituciones de Crédito. Y remitió al solicitante con la Secretaría de Salud, señalando que esta dependencia del Poder Ejecutivo es la encargada de la prevención de enfermedades y promoción de la salud, además de las políticas en el rubro.
Recurso de revisión:
La persona impugnó la respuesta del Banco del Bienestar señalando que no se le facilitó la información a pesar de que la dependencia sí tiene funciones claras demarcadas en el contrato de donación, el cual contiene la firma de un representante del Banco.
Alegatos:
El sujeto obligado modificó su actuar turnando la solicitud de la información a la Dirección General Adjunta de Banca Social, quien declaró la INEXISTENCIA de la información.
Análisis del caso:
A partir del análisis del abogado proyectista, José Ronaldo Cuenca Gómez, la Ponencia a mi cargo determinó que el agravio de la persona resulta FUNDADO, debido a que el sujeto obligado cuenta con atribuciones para conocer de lo solicitado, a través de la Subdirección de Contratos y Operaciones Financieras, y de la Dirección General Adjunta de Banca Social.
Propuesta de resolución:
Por lo anterior, propongo REVOCAR la respuesta del Banco de Bienestar e instruirle para que realice una búsqueda de información congruente y exhaustiva en todas sus unidades administrativas competentes, a efecto de localizar la información requerida en la solicitud.
Mensaje:
Este recurso que hoy presento ante mis colegas del Pleno del INAI lo elegí por ser parte de uno de los debates más resonantes durante la pandemia y las políticas implementadas para resolver la crisis de personal de salud. En diversas ocasiones, sectores de la sociedad han manifestado inconformidades por la falta de médicos especialistas en México, sin duda es uno de los problemas que más preocupa a toda la sociedad, ya que esto puede poner en riesgo la oportuna atención médica de los mexicanos en cualquiera de los hospitales que integran el sistema de salud público.
Así pues, en nuestro país nos enfrentamos a un déficit de profesionales de la salud disponibles para atender a las y los mexicanos. Acorde a cifras de la OCDE, México cuenta con 5.2 profesionales por cada 1,000 habitantes, mientras que los 4 países que encabezan la lista cuentan con más de 18 profesionales para el mismo número de habitantes.
Ante el déficit de profesionales de la salud, sobre todo de médicos especialistas, el gobierno federal decidió contratar a poco más de 500 doctores cubanos, los cuales han sido desplegados en localidades apartadas de las capitales de los estados, también impulsó la creación de la Jornada Nacional de Reclutamiento y Contratación para Médicos Especialistas, en la cual se anunció la contratación de 13 mil 765 doctores, pero a pesar de ello, 7 mil 360 vacantes disponibles en el sector salud se quedaron sin ocupar, especialmente las que se ubican en comunidades rurales.
El debate público, no obstante, se ha enfocado más en utilizar argumentos sobre migración y la falta de oportunidades para los médicos egresados de universidades mexicanas, cuando en realidad los cambios trascendentales y las mejoras de largo plazo devienen de cambios institucionales y proyectos con recursos suficientes que puedan ser monitoreados. Con tan sólo 5.5% del PIB, México es de los peores países de la OCDE en inversión en salud. La organización reporta un promedio de más del 9.2% del PIB como recomendación. Del gasto en salud, aproximadamente el 40% proviene del bolsillo de la población.
Desde enero del 2019 hasta diciembre de este año hemos recibido en el INAI 359 solicitudes relacionadas al rubro de “médicos cubanos”. Casi el 9% de estas ha presentado recursos de revisión ante la falta de información. En 95 de cada 100 quejas las hemos resuelto a favor de la persona que solicita la información.
Este programa del Gobierno de México, acorde a un informe internacional, otorgó 10 mil 700 dólares por tres meses a cada uno de los 585 médicos y enfermeros cubanos que prestan servicio en la capital del país, no obstante, La Habana solo les dio 600 dólares para tres meses como cobro fijo en el país al personal médico. Es decir, el Gobierno de Cuba se quedó con el 94,4% del monto que cobró por sus médicos.
Son estos datos los que requieren respuestas claras de las instituciones que le den sustento y fiabilidad. Porque el uso de recursos públicos va de la mano de una rigurosa rendición de cuentas. La sociedad que cuestiona merece que el Banco del Bienestar o cualquier dependencia relacionada a esta política de salud les entregue la información que obre en sus archivos. La información transparente legitima las decisiones de gobierno y acerca a los gobernantes con sus gobernados.
