Ayer inició el mundial de futbol en Qatar, uno de los eventos deportivos más importantes y que atraen la atención de la población global. Por ejemplo, en el mundial de 2018 la audiencia fue de 3 mil 500 millones de personas. Con esa cantidad, es normal que todo lo que lo rodea sea llamativo para la sociedad, incluida la transparencia del certamen, así como la protección de datos personales.
Si bien esta vez el torneo se disputará en Qatar –cuya organización ha sido señalada por violaciones a los derechos humanos, de acuerdo con Amnistía Internacional–, en invierno, y en unos horarios complicados para los televidentes mexicanos (habrá partidos que comenzarán a las 4 am y otros que terminarán a las 3 pm), 32 selecciones buscarán conquistar el trofeo y hacer felices a sus connacionales.
De acuerdo con la recomendación de la organización Transparencia Internacional, “La FIFA, órgano rector del fútbol, debería limitar el mandato de altos directivos, crear un grupo independiente para estudiar denuncias de corrupción y abrazar la transparencia”, y es que un organismo con tanto poder e influencia en el mundo, por supuesto que debe poner el ejemplo, y mostrar lo que la transparencia proactiva puede hacer en las sociedades.
Además, el aspecto de la protección de datos personales también es algo que se encuentra en la discusión. Según declaró el director de tecnología del evento para la agencia AFP, 15 mil cámaras con capacidad de reconocimiento facial monitorearán a los aficionados presentes en Qatar, tanto en los estadios como en el transporte y en la ciudad de Doha en general. Esta videovigilancia es justificada por el gobierno del país como una medida para reforzar la seguridad, prevenir la violencia e incluso detener posibles ataques terroristas.
Al no ser un país democrático, las autoridades no le rinden cuentas a la ciudadanía respecto al uso que hacen de sus datos personales, y la Copa del Mundo es una gran oportunidad para hablar del tema.
En nuestro país, un dato personal es toda información que hace identificable a una persona física. El tratamiento de estos datos personales –como por ejemplo el nombre, domicilio, voz o rostro–, debe cumplir con los principios, deberes, derechos, procedimientos y obligaciones, previstos en la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados (LGPDPPSO) y en la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares (LFPDPPP).
Con el establecimiento de este marco normativo para el correcto tratamiento de los datos personales –cuestión garantizada por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI)–, se busca proteger la dignidad, la seguridad, la libertad y la autonomía de las personas.
El derecho a la protección de datos personales no pretende que las personas dejen de utilizar las nuevas tecnologías (o de asistir a estadios de fútbol). Lo que tutela este derecho y lo que promueve el INAI es que aprendamos a conocer qué información tratan sobre nosotros, cómo la tratan, con quién la comparten, para qué la usan y, así, cada uno de nosotros como únicos propietarios de esa información, de manera informada, podamos decidir si usamos o no determinada aplicación, plataforma o buscador.
A lo largo de este año, el INAI -a través de mis colegas la Comisionada Josefina Román Vergara y el Comisionado Francisco Acuña, encargados del tema- ha colaborado activamente con la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y con la Liga Mx, ambas entidades privadas que organizan y regulan el futbol en México, luego de que una lamentable batalla campal, ocurrida el pasado 05 de marzo, se viviera en el estadio Corregidora, en Querétaro, entre grupos de aficionados que dejó un saldo oficial de 26 heridos, varios de ellos de gravedad.
Por esta razón, la FMF y la Liga MX presentaron un plan para prevenir la violencia en los estadios a partir de la implementación de un sistema de credencialización (denominado ‘FAN ID’) y del reconocimiento facial de la afición. Dado que este plan recaba datos personales, el INAI ha brindado orientación y seguimiento –y seguirá haciéndolo– a fin de evitar que el derecho fundamental de quienes acudan a los estadios en México esté en riesgo.
Desde el INAI continuaremos garantizando el derecho a la protección de los datos personales. Quiero aprovechar este espacio para invitarlos a disfrutar del juego y evitar la criminalización y estigmatización de la afición, la mexicana y la de cualquier otra nacionalidad.
